Barcelona y Sevilla se verán las caras en la primera final de Copa del Rey que acogerá el Wanda Metropolitano y lo harán con una curiosa estadística para el entrenador azulgrana Ernesto Valverde.
Y es que, desde 2009, cuando entrenaba al Olympiakos, el 'Txingurri' ha jugado una final del torneo del 'k.o.' cada tres años.
La primera tuvo lugar en mayo de 2009. A los mandos del equipo griego, el entrenador del Barcelona se impuso al AEK de Atenas después de una final inolvidable.
Aquel día, el Olympiakos necesitó de 17 lanzamientos desde el punto de penalti para decidir el encuentro después del 4-4 con el que acabó el partido al final de la prórroga (3-3 en el tiempo reglamentario).
Tras un paso breve por el Villarreal, Valverde volvió al Olympiakos y, justo tres años después de su primera final de Copa, dirigió a los rojiblancos en abril de 2012 en la segunda, que también conquistó por 2-1 en la prórroga, esta vez con un gol de David Fuster poco antes de los lanzamientos desde el punto de penalti (2-1).
Después de sus dos victorias griegas, el entrenador azulgrana tuvo que esperar otros tres años, a mayo de 2015, para disputar otra final de Copa. En aquella ocasión, en el Camp Nou, no pudo dar la sorpresa con el Athletic y acabaría perdiendo ante el que después sería su equipo por 3-1 con una actuación estelar de Leo Messi.
Tres años después de aquella histórica final, será él quien disfrute del de Rosario y quien intente sumar un nuevo título para su nuevo club ante el Sevilla en Madrid. Mucho mejor le ha ido al Barcelona, que desde ese 2009 ha disputado siete finales, ganando cinco y perdiendo sólo dos.