A sus 25 años, Ricardo Centurión acumula vivencias como para relatar tres vidas distintas. Sus complicados inicios, la muerte de su mejor amigo, toda la polémica que le ha rodeado desde que debutó en Primera... el jugador de Racing se sinceró en una entrevista a 'Página12'.
El universo Boca le terminó explotando en la cara, pese a ser uno de los mejores jugadores del equipo. Todo lo extradeportivo que le rodeaba se convertía en un mundo en el que nadie perdonaba nada. Centurión reconoce en el citado medio argentino que, aceptando sus errores, llegó a sentirse perseguido.
Volvió a Europa, no encontró sitio en el Genoa y cuando lo tenía todo hecho con el Málaga decidió regresar a su casa, a la 'Academia'. Y allí ha recuperado la felicidad, la sonrisa y su fútbol. Hasta el punto de acariciar un billete para el Mundial. Racing y Coudet le ayudan con profesionales para intentar reconducir una vida que amenazó con perderse. Y parecen haber llegado a tiempo, pues en estos meses ya ha firmado 8 goles y repartido 5 asistencias. Centurión ha vuelto mejor que nunca.
"Tengo un profesional acá en Racing que me ayuda. Todo creció mucho en ese sentido. Terminás de entrenar y tenés la comida. La verdad, nosotros, si nos quejamos es de llenos, porque somos unos privilegiados. Yo pasé épocas duras en Racing", afirmó.
El mediapunta recordó el fallecimiento de su mejor amigo y cómo este le marcó de por vida: "Eran las 9 de la mañana, hacía un calor bárbaro y él estaba sin remera. Cuando recibe el cuchillazo como si fuera una piña, se ve que en el movimiento se lo corre para el costado y le corta la arteria. Yo dormía. Cuando se escuchó la pelea, mi mamá no me quiso levantar para que no salga y me sume y me avisó cuando ya no se podía hacer nada. Yo vivía en la parte de arriba de la casa, me desperté sin entender nada y justo tenía una escalera hasta la calle. Cuando bajo, lo veo venir tambaleándose y él se cae en el asfalto. Se asustó, se quedó pálido. Esto fue muy rápido, de la noche a la mañana, cuando lo encontré casi sin vida, en los brazos míos, mirándome. Parece de película, pero es verdad, estaba con su mano en el corazón queriéndome decir algo que no le salía", explicó el argentino en 'Página12'.
La madurez le ha hecho abandonar el barrio: "Ya no voy más al barrio porque no se puede ir más. Cambié, ya no soy el 'Caco', como me decían en el barrio, ya soy Centurión y para muchos ya soy un signo pesos caminando. Ya lo sentí últimamente cuando iba. Entonces iba a perder, no iba a ganar. Yo me sentía el pibe más feliz del mundo ahí, pero, a la vez, le hacía mal a mi familia, porque en cualquier momento cualquier pelotudo me la iba a poner. Me costó años asumirlo", añadió.
"Hasta que me pasó y ahí me di cuenta que asusté de verdad a mi familia. Y ahí dije ya está, yo estoy para otra cosa, no estoy para esto. Cuando decidí volver a Racing, lo hice tomando las precauciones que debía tomar, porque la calle está jodida. Entonces, en ese sentido, trato de protegerme a mí y a mi familia. No voy a dejar de amar a ese lugar, ni voy a olvidarme de donde salí pero, lamentablemente, hoy no puedo volver. El que me entiende, me entiende. Y el que no, allá ellos", concluyó.