Nunca fue un guardameta puntero en el fútbol de élite. De hecho, la mayor parte de su carrera la ha desempeñado en el Newcastle United, pero Tim Krul está viviendo a día de hoy una experiencia que está dejándole bastante que desear en el Brighton.
Llegó en verano al equipo dispuesto a luchar el puesto con Mathew Ryan, pero el ex del Valencia no ha dado lugar a que el cuerpo técnico valore la opción de darle la titularidad. El guardameta holandés tan sólo ha disputado cinco partidos este curso y todos ellos han sido coperos.
Aunque su nombre era desconocido para muchos hasta entonces, Krul pasó a protagonizar todas las portadas de los medios deportivos cuando salió en los cuartos de final ante Costa Rica de la última Copa del Mundo. Louis van Gaal le sacó al terreno de juego para disputar el último minuto del partido... y la tanda de penaltis.
Los 120 minutos acabaron sin goles y Cillessen fue sustituido en el minuto 119 por el ex del Newcastle. Nadie entendió un cambio así, pero la consigna era clara: Van Gaal le sacó para que fuera el héroe en la lotería de los penaltis.
Y así fue. Holanda superó la tanda fatídica gracias a él. Van Persie, Robben, Sneijder y Kuyt anotaron los cuatro tantos de la 'Naranja Mecánica' y Krul se encargó de parar los lanzamientos de Bryan Ruíz y el de Michael Umaña. Héroe inesperado y aclamado por todo el mundo.
Ese momento fue memorable, y, quizá, el mejor de la carrera del guardameta. Pero todo ha cambiado desde entonces. La Selección Holandesa no ha vuelto a llamarle desde octubre de 2015 (dos años y medio) y en su nuevo equipo vive condenado casi al ostracismo. Y a sus 30 años, el tiempo comienza a jugar en su contra.