Enseñó los dientes Silva en la primera posesión, obteniendo como respuesta un paseo de Özil por el área de De Gea con peligrosa facilidad, sembrando el pánico en la defensa de la Selección Española.
El miedo que infundó del centrocampista del Arsenal lo sacudió Rodrigo, ejecutando una magistral asistencia de Iniesta que sacó a relucir las miserias de un Matt Hummels tan sólido como lento en el giro.
Lejos de amilanarse, Alemania exhibió su pundonor característico, robándole la pelota a España para someterla y buscar la portería de De Gea desde el saque de centro. Sin tregua, sin piedad.
Dio un paso adelante el equipo de Löw, ganando cada disputa con vehemencia, imponiendo su intensidad al ritmo del encuentro más pausado que proponían los de Lopetegui en el inicio.
Sin capacidad para mecer el ímpetu de su rival, España aceptó el duelo y se encomendó a sus mejores estilistas. Nadie baila como Isco, Iniesta y Silva su canción favorita, aunque sea en territorio hostil.
Alemania hizo de Alemania
Mientras peinaba el segundo tanto, 'la Roja' sufrió el arrebato de orgullo de la Selección Alemana. Müller recibió en la frontal, giró y, con aparente facilidad, besó las mallas con un disparo que aunó la precisión y potencia necesaria para inutilizar la estirada de De Gea.
No encajó mal el tanto España, en otro alarde de personalidad de los de Lopetegui Sin embargo, el descanso sentó mejor a los de Löw, que salieron espoleados desde el vestuario y sorprendieron a los visitantes.
La reanudación del encuentro dio paso al recital de los guardametas. Ter Stegen y De Gea, como si de una batalla de gallos se tratase, desbarataban las ocasiones de sus rivales prácticamente consecutivas.
El carrusel de paradas en las áreas estuvo acompañado por el de sustituciones, donde Alemania y España refrescaron los esquemas desde el banquillo, buscando ese punto de luciez que le permitiera ganar el choque.
A menos de un cuarto de hora para el final, Diego Costa desaprovechó el regalo de Alemania. Lo vio tan fácil el delantero español que le dio tiempo a Ter Stegen a que cerrara el espacio y el marcador.
Empataron a uno España y Alemania, ganó el fútbol en Düsseldorf. Las dos últimas campeonas del mundo honraron el deporte con una exhibición apasionante que más que amistoso tuvo ardiles de tributo.