Terrazas y veladores prohibidos en los establecimientos hosteleros en torno a San Mamés y zonas destacadas de la ciudad o mobiliarios contundentes retirados son algunas de las directrices que ya se aplican en la ciudad como medida de previsión ante el goteo de aficionados que irá llegando este jueves.
Incluso, en colegios limítrofes ha llegado el estado de excepción, con hasta la prohibición de la práctica de actividades extraescolares para evitar posibles riesgos con niños y que no haya gente a las horas en las que los aficionados del Spartak de Moscú estarán yendo hacia San Mamés.
El dispositivo policial que se desplegará constará de 500 ertzainas, 100 policías municipales y 200 miembros de la seguridad privada del club.
Toda precaución es poca ante uno de los grupos ultras más violentos de Europa y que desde un día antes ya están avisando de que están en España con ganas de dar algún susto.