Resumen de la jornada 28 en el Grupo XII de Tercera

En la lucha por el descenso, gana y pierden los implicados, comprimiendo aún más la zona, pero ya sin mucho margen de maniobra para intentar salir, como el Haría, último, que se descuelga, pero el resto, del puesto duodécimo hacia abajo, están con una diferencia de seis puntos.

El Tenerife B superó la presión de tener que ganar, y aunque evidenció un mal juego y escasas ideas para conseguir la victoria, superó, en los minutos finales, al Lanzarote, que se había quedado sin fuelle, y que llegaba necesitado, tras tres derrotas consecutivas.

El San Fernando sigue la estela del líder, y hoy tenía que remontar ante el Marino, que se adelantaba en el marcador en el primer minuto, pero la nota negativa de los de Maspalomas es que pierden a su segundo máximo goleador, Abraham Noé, para lo que resta de temporada, tras fracturarse este domingo el tendón rotuliano.

Por su parte los de Zeben Hernández, tras tres partidos, sigue sin conocer la victoria con un solo punto de nueve posibles.

Las Palmas C se vio sorprendida en casa por la entrega del Unión Puerto, el filial que no tuvo las ideas claras en todo el partido, y pudo, incluso, perder, por las ocasiones creadas y no materializadas por su rival.

Los grancanarios siguen entre los mejores, mientras que los de Maxorata suman un punto de oro para esquivar la zona roja.

La llegada de José Antonio Robaina al banquillo del Mensajero en sustitución del cesado Mingo Oramas no ha dado los resultados esperados en el conjunto del Barranco de Los Dolores, que no encuentra la reacción que la junta directiva espera en un equipo que tenía el objetivo de alcanzar el título de liga, y que no gana desde la jornada veintidós, sumando cuatro puntos de dieciocho posibles.

El Ibarra se acerca a la cuarta plaza al superar en el Villa Isabel al Villa de Santa Brígida, que llegaba con ganas de reválida, para alcanzar los puestos altos, pero que sigue en su línea irregular de toda la campaña, con dos puntos de nueve posibles en las últimas tres jornadas disputadas.

El Atlético Unión Güímar obtiene un punto en el siempre difícil campo de La Vega de San Mateo, que le vale para salir del descenso, y seguir con la esperanza de que puede salvar la categoría, por su parte, el conjunto de Juan Carlos Socorro, en la media tabla, debe buscar los puntos necesarios para la tranquilidad.

El Buzanada casi virtualiza su permanencia, tras su victoria frente la Unión Sur Yaiza, y la distancia que ya les separa del descenso. Muy mal tendrían que darse las cosas para que el conjunto del Clementina de Bello se viera implicado, en el último cuarto de campeonato, en la lucha por el descenso.

El Vera sigue creyendo en el milagro, quedando a cuatro puntos de la salvación directa, tras golear en casa hoy al irreconocible Tenisca, un equipo que alcanza la duodécima derrota de la temporada, y que ahora mira más, el fondo de la tabla, que la zona alta.

Los Llanos sigue en puestos de descenso, y en una situación complicada para mantener la categoría. Hoy empataba en el tiempo de prolongación, y desde el punto de penalti, en una jugada muy protestada por los zoqueros, aprovechando, además, que el meida punta Pana Castillo hacía las veces de guardameta, tras la expulsión por doble amarilla de Isaac, ambas por pérdida de tiempo.

Todo lo contrario que el Haría, que perdía en casa frente a un rival directo, que aunque sigue en descenso también, como es el Estrella, ha dado un paso de gigante para acercarse a la boca de salida del túnel. Este sábado, además, se estrenaba la nueva moqueta del Ladislao Rodríguez Bonilla, y para la ocasión, el trío arbitral olvidó llevar los banderines de los asistentes.