Su última exhibición fue este miércoles contra el Villarreal. Además de marcar los dos últimos goles del partido, Dembélé ayudó a abrir el marcador gracias a una conducción vertiginosa que le llegó a poner a 28,6 kilómetros por hora.
Llegar a esa velocidad conduciendo el balón es una auténtica barbaridad, pero la gran capacidad física de la que disfruta se lo permitió al 'Mosquito'. Tras su 'slalom', cuando tuvo posibilidad de disparar lo hizo y el balón acabó despejado por Asenjo.
El guardameta no lo pudo blocar y se lo dejó en bandeja a un oportunista Coutinho que volvió a ver puerta con la camiseta azulgrana. Tras ayudar a abrir la lata, Dembélé firmó un gran partido que culminó con dos goles cerca del final.