Perdía Deportivo Lara el encuentro ante Corinthians cuando Jádson se disponía a marcar desde los once metros el 0-2. Pero, segundos antes, el partido tuvo que ser detenido después de que Curiel recibiera el impacto de un proyectil.
El guardameta fue atendido por los servicios médicos del club sin salir de su asombro. Curiel recibió el impacto de los restos de una botella que, en teoría, iba dirigido al árbitro, que en ese mismo momento se le acercó para darle indicaciones. Aunque la cosa no se quedó ahí.
Los lanzamientos de objetos se multiplicaron mientras el portero era atendido. El sonido de botellas rotas llegó a asustar hasta otros aficionados presenten en la grada. "¿Cómo vas a tirar botellas? ¿Estás loco?", le reprochó un hincha a otro.
El encuentro no se reanudó hasta seis minutos después, cuando el árbitro entendió que la seguridad del encuentro estaba garantizada. Fue entonces cuando Jádson puso el 0-2 en el encuentro y la cordura llegó al Metropolitano de Lara.