Como en el mito de Teseo y el minotauro, el Barcelona cuenta con un hilo cada vez que se mete en el laberinto de un partido. Recorre todo tipo de vicisitudes y cuando le hace falta, sabe que tiene un recurso para terminar ganándole la partida al laberinto. En clave azulgrana, ese hilo de Ariadna une a Messi y Jordi Alba. Ambos están tan conectados que ya forman la sociedad que más goles aporta al equipo de Valverde.
En los momentos calientes siempre suele aparecer. Como en el 2-3 del Bernabéu de la temporada pasada o en la final de Copa ante el Sevilla, por citar el último episodio en el que un chispazo entre ambos acabó en gol del Barcelona. Esta vez, tras un taconazo maravilloso que se inventó Alba como recurso para rescatar un rechace.
Por supuesto, allí estaba Messi para sacar su zurda a pasear y meter la pelota entre los tres palos. Así terminó de salir del laberinto de la final este Barcelona de Valverde, que tiene en esos dos zurdos una solución inapelable para todo tipo de partidos.
Una conexión que no ha dejado de dar goles esta temporada. Que Alba se haya convertido en el mejor socio de Messi tampoco es una casualidad. El argentino centra su juego en la izquierda, entiende los movimientos del lateral como nadie y ambos juegan de memoria. La jugada se repite hasta el exceso, pero no deja de funcionar. Un hilo futbolístico irrompible capaz de rescatar al Barça de casi todos los laberintos.