Dicen que el entrenador moderno tiene que ser un buen motivador. No es que Luis Enrique no lo fuera, y así lo demuestran sus primeros dos años en el Barcelona, pero la temporada 2016-17 ya sí que evidenció un agotamiento irrecuperable en el asturiano.
El Barcelona se la jugó con Valverde y la apuesta le ha salido bastante bien. El 'Txingurri' ha sabido recomponer un equipo sin alma y al que incluso parece haberle venido bien la marcha de Neymar el pasado verano al PSG.
El ex del Athletic no agitó el equipo, aunque sí que agradeció la llegada de refuerzos como Paulinho, Semedo, Dembélé, Mina o Coutinho. Hizo una especie de extraño pacto con el diablo para modificar el estilo innegociable del Barcelona y su trabajo ha dado sus frutos.
Los azulgranas, eso sí, han logrado todos sus éxitos de esta 2017-18 con la misma base de los últimos años. En la portería, Ter Stegen (43) sigue siendo indiscutible al margen de la Copa del Rey, en la que Cillessen ha mejorado sus prestaciones de la pasada temporada.
La zaga, fichajes aparte, ha terminado estando formada por cuatro hombres que ya estuvieron a las órdenes de Luis Enrique el pasado curso. Sergi Roberto, con 48 partidos, ha ocupado habitualmente el costado derecho, aunque Semedo ha dejado entrevear brotes verdes en sus 33 partidos. El izquierdo, cómo no, lo ha recorrido en ataque y defensa Jordi Alba. A sus 29 años, el carrilero está firmando la mejor temporada de su carrera y ya ha llegado a los 49 partidos, el que más ha jugado tras Rakitic y Messi. El centro de la defensa lo han ocupado Gerard Piqué (45) y Samuel Umtiti (39), al que ni las lesiones han apartado de ser un fijo para Valverde.
En el centro del campo, el trío que más partidos ha jugado con Valverde está compuesto por Ivan Rakitic (52), Sergio Busquets (46) y Paulinho (43). Mención aparte merece el croata, que es el jugador más utilizado por Valverde y el tercero, sólo por detrás de Luis Suárez y Leo Messi, en minutos jugados. El brasileño, con un rendimiento que ha ido de más a menos, supo aprovechar su excelente forma física del inicio y fue decisivo en el despegue del equipo durante 2017, aunque está más comedido en este 2018. La guinda de la línea medular la pone Andrés Iniesta, utilizado en 40 partidos y reservado para los momentos claves de la temporada por Valverde.
La delantera, como no podía ser de otra forma, es cosa de Leo Messi (50) y Luis Suárez (47). Dos futbolistas que antes estaban acompañados por Neymar y que han sabido adaptarse a esta nueva realidad del equipo a la perfección, sobre todo en el caso de un Messi que ha vuelto a su mejor nivel de siempre.
Junto a todos ellos, los 24 partidos de un Dembélé castigado por las lesiones, los 14 de un Coutinho que llegó en enero, y los tres de un Yerry Mina que parece un fichaje más encaminado al largo plazo. Y, por supuesto, hombres que estaban en pasadas temporadas y que también han tenido su sitio, como Paco Alcácer (24), Denis Suárez (27), André Gomes (31), Aleix Vidal (29) o Lucas Digne (24). Un equipo que junto al Bayern aspira a todo y que no es más que una versión mejorada del de pasadas campañas.