En primer lugar, Morata busca un mayor protagonismo. Tras un año como suplente de oro del Madrid, el punta prefiere ser cabeza de ratón a cola de león, por lo que la titularidad que ostentaría en San Siro gusta y mucho al atacante.
Además, eso de ratón le queda algo pequeño a un equipo que está armando una de las plantillas más ilusionantes de Europa. Los André Silva, Musacchio, Çalhanoglu, Biglia y especialmente Bonucci, ex compañero en la Juve del madridista, suenan muy bien a los oídos de cualquier futbolero, incluido Morata.
Por último, aunque no menos importante, es el aspecto económico. Según las últimas informaciones, el canterano se embolsaría una ficha anual de 10 millones de euros, mientras que el Madrid percibiría 70 'kilos' por su traspaso.