La llegada de Julen Lopetegui al banquillo español ha revitalizado a la Selección, y ha levantado el ánimo del aficionado. España juega más vistoso, juega mejor, gana y atrae más, en definitiva.
Prueba de ello fue la cuota de pantalla que el Alemania-España disputado en Düsseldorf logró. Casi cinco millones de espectadores siguieron en directo el desarrollo del encuentro, un bonito empate que contentó a todos.
Cierto es que fue un viernes por la noche, contra un rival candidato a ganar el Mundial, tras una semana sin fútbol de élite. Dicho de otro modo, fue lo mejor que se pudo ver por televisión en toda la semana.
La prueba de fuego para ver si España sigue enganchando al personal será el otro amistoso contra Argentina, otro rival de enjundia. También se emitirá en abierto, y por la misma cadena.