Siendo una joven promesa 'culé', Messi debutó en Segunda División B en la temporada 2003/04, disputando sólo cinco encuentros sin ningún gol en su casillero.
El curso siguiente, Leo alternó el Mini Estadi con el Camp Nou, llegando incluso a estrenarse en la Champions en el campo del Shakhtar Donetsk.
Así transcurrió el efímero paso de Messi por la categoría de bronce del fútbol español, para catapultarse y erigirse como historia viva del fútbol mundial.