Todo se torció aquel 'Boxing Day' en el que Mourinho señaló a Ibra. El sonrojante resultado de la primera mitad alejaba al Manchester City en la tabla y el técnico portugués no dudó en sacarle del campo para remontar.
Tan virtuoso como egocéntrico, Zlatan nunca perdonó a Mou su vilipendio público en Old Trafford. Desde entonces, un carrusel de lesiones y molestias trataron de maquillar un divorcio irrecoinciliable.
Mourinho le llevó a Mánchester, Mourinho le abrió la puerta de la MLS. Aunque el delantero sueco prometió volver a terminar el trabajo que empezó la espectacular temporada anterior, la grave lesión de rodilla demostró que las segundas partes nunca fueron buenas.
Apenas una semana antes del episodio ante el Burnley, Ibrahimovic firmó su último tanto frente al Bristol City en los cuartos de final de la Carabao Cup. Pese a igualar el partido, el portugués decidió sustituirle para remontar un partido que acabron perdiendo en el minuto 90.