Mucho se debatió la pasada temporada sobre si el equipo B del Real Madrid era mejor que el A. Los suplentes pedían paso a gritos a un Zinedine Zidane que tenía problemas cada jornada no ya para hacer un once titular, sino para confeccionar las propias convocatorias.
Una plantilla de leyenda que tenía jugadores como Álvaro Morata o James Rodríguez por sistema en el banquillo. Un lujo que pocas plantillas del mundo se pueden permitir y que ahora, tan sólo unos meses después, echa en falta del conjunto blanco.
Aunque no sólo a ellos echa de menos el técnico galo. Danilo, un respuesto de lujo para Carvajal, Pepe, cuya experiencia era un seguro en defensa, y hasta Mariano, que hace goles como churros en Francia, tendrían un rol más que importante esta temporada en el conjunto blanco. Hoy, sus sustitutos, no ofrecen garantías a Zidane.
Gracias a ese equipo B Zidane rotaba sus onces casi cada partidos. Ellos daban descanso de calidad a los jugadores que en el tramo final de temporada se encargaron de levantar la Duodécima Champions League. Ahora todo el peso recae sobre ellos, y no han dado ni mucho menos la cara.
Con un equipo A irreconocible, los suplentes han tenido la oportunidad perfecta para dar un paso al frente y convertirse en jugadores importantes. Pero ninguno de los recién llegados han contado con la confianza de Zidane, y cuando han tenido minutos tampoco se la han ganado.
Ceballos apenas ha mostrado detalles, pero también síntomas de su irregularidad. Se esperaba mucho más de un Theo que ha sido incapaz de quitarle el puesto al peor Marcelo de muchos años. Y Achraf ha contado con más minutos de los que esperaba, pero todavía le falta para competir al primer nivel.
Del resto poco se puede juzgar. Mayoral, que ha dado la cara cuando ha jugado, Vallejo y Llorente apenas han tenido protagonismo en esta primera parte de la temporada. Aunque Zidane sigue confiando en ellos, pues no quiere que llegue ningún fichaje en invierno.
Este Madrid se ha convertido en un expediente X en tan sólo unos meses.