Seis jornadas de Liga consecutivas marcando dos goles o más, 21 tantos en sus últimos 11 partidos, los mismos que lleva en este 2018 y que le convierten en el máximo goleador de este año natural. Los números de Cristiano Ronaldo apabullan a sus 33 años.
Es temporada de Mundial y como ya hiciera el curso pasado, el portugués ha encontrado el secreto de la piedra filosofal para seguir estirando su carrera a unos niveles de máxima exigencia y con una respuesta espectacular. Planifica su preparación física para llegar en el estado más óptimo al momento clave de la temporada. El primer semestre del año promete al mejor Cristiano.
Así llegó el pasado curso a los meses de marzo y abril pletórico, siendo determinante en la conquista de la segunda Champions consecutiva del Real Madrid. Para este curso ha repetido actuación. Y ha llegado a marzo como un auténtico huracán. Sus números están ahí.
Le va a disputar el pichichi a Messi y le ha cambiado la cara en Europa a un Real Madrid que estuvo a punto de quedarse sin objetivos mientras esperaba el final de la hibernación del portugués. Como los grandes luchadores, siempre tiene un combate inolvidable guardado en la manga antes del final. Lo que pasa con Cristiano es que no se logra atisbar su final. Cuanto más se le lleva al precipicio, más espectacular es su respuesta.
Ahora afrontará el parón internacional con Portugal para empezar a preparar el Mundial y después tendrá ante sí el reto de la Juventus y el de arrebatarle el pichichi de la Liga a un Messi que le aventaja en tres goles.