Coentrao se volvió loco cuando Mathieu provocó un penalti absurdo en el 94' y el Sporting de Lisboa dejó escapar dos puntos ante el penúltimo clasificado de la Liga Portuguesa.
El portugués, al ser sustituido, no pudo esconder su frustración y lloró, golpeando varias veces el banquillo. Coentrao usó Instagram para explicar a la afición su reacción.
"No siempre, dentro del campo, las cosas suceden como queremos. Fuimos a la lucha, no fuimos felices y eso nos dejó revueltos. Vivo cada partido como si fuese el último de mi vida. No me gusta perder y, mucho menos, cuando no podemos hacerlo. Quiero ser campeón con mi Sporting CP", escribió.
"Me sentí frustrado y reaccioné como soy, auténtico y genuino. Soy un hombre y no una máquina. Que me disculpen todos aquellos que forman parte de la familia sportinguista por lo que hicimos y por alguna actitud reflejada en el partido de Setúbal".
"La pena por lo sucedido continúa y pensé que todos aquellos que nos animaban en el estadio o en la televisión, también sentían lo mismo que yo. El futuro ya es el próximo partido el miércoles. El destino de todos nosotros, sportinguistas, es ser felices. Y vamos a serlo, con actitud y compromiso. ¡Nuestra unión sigue siendo de acero!", concluyó.