Segundo partido en apenas un puñado de días para Ousmane Dembélé tras su lesión y primero como titular en el Camp Nou. El ex del Borussia Dortmund lo intentó todo y quiso agradar a su afición, pero se mostró aún algo tímido en el plano físico y estuvo en todo momento pendiente de no hacer ningún sacrificio físico extremo.
Con todo, fue capaz de crear peligro hasta en tres ocasiones. Primero, se encontró con un defensa en una acción en la que Oier le hizo un paradón a Luis Suárez y, poco después, los papeles se invirtieron y fue él el que vio cómo Oier le alejaba del gol y Luis Suárez fallaba en el rechace.
Al margen de estas dos ocasiones, Dembélé se mostró participativo aunque poco incisivo y dejó detalles al alternar controles y pases con ambas piernas, la que es una de sus grandes virtudes. Tras el descanso, el atacante francés lo intentó con un lanzamiento desde la frontal que se fue muy desviado y Valverde decidió darle descanso para no sobrecargarle de minutos a las primeras de cambio.
Notable bajo para un futbolista del que se espera mucho en el Barcelona y que con la llegada de Coutinho tendrá que apretar para convertirse en indiscutible de un equipo que todavía no le necesita.