A sus 16 años, Vinicius Junior ha vivido uno de esos episodios que nunca se deberían dar en un estadio de fútbol. En el partido de la Copa Brasil ante Botafogo, la hinchada local le dedicó una infinita cantidad de insultos.
Pero no sólo eso. Un aficionado, por llamarlo de alguna forma, increpó a los familiares del joven jugador presente en las gradas del Nilton Santos y acabó detenido por las fuerzas de seguridad presentes en el estadio.
Todo ello a pesar de que el jugador entró al terreno de juego en el minuto 75 de partido. La popularidad del joven jugador ha provocado que los aficionados rivales intenten desestabilizarlo por medio de cualquier forma.
Algo que de ningún modo justifica lo ocurrido.