Al más puro James Dean en 'Rebelde sin causa', los tres futbolistas han conocido a una chica mejor y con más dinero y están dispuestos a hacer cualquier cosa para marcharse con ella.
Dembélé ha sido el más rebelde de todos y ha llegado al punto de hacer las maletas y dejar de entrenar. Ni siquiera el club puede localizarle, pese a las sanciones y multas que le ha impuesto. El delantero francés quiere jugar en el Barcelona y ha puesto todo de su parte para hacerlo. En el club alemán no le quieren de vuelta, pero tampoco bajarán sus pretensiones de venta.
Entre dos aguas anda Coutinho, al que le seduce el Barça, pero no encuentra la manera de escapar de las garras del Liverpool. El 'transfer request' es más mediático que efectivo y mientras finge lesiones para no jugar, el club inglés sigue rechazando ofertas de un Barcelona que aventuraba buenas nuevas para estos días tras la debacle de la Supercopa.
Tampoco le va mejor a Mbappé, al que el Mónaco parece haber sentenciado hasta nuevo aviso. La traición de querer marcharse al PSG no ha sido bien recibida por los propietarios, que siguen alargando el acuerdo y dejando al delantero sin jugar y en la grada.
Los tres han comunicado su deseo de marcharse, se han declarado en rebeldía, unos más que otros como ha dejado claro Dembélé, y están a la espera de que todo se arregle a su favor. Estos rebeldes sí parecen tener causa. El dinero, la gloria y los títulos son un caramelo demasiado goloso para cualquiera.
Los James Dean del fútbol actual siguen con sus respectivos desafíos a la espera de que Barcelona y PSG pongan sobre la mesa los más de 400 millones de euros que moverán sus respectivos traspasos. Nadie dijo que rebelarse fuera barato en este alocado mundo...