Y es que, minutos antes de que sus jugadores salieran de vestuarios para luchar en la segunda mitad con el West Ham en el campo, Mourinho tuvo tiempo para mantener una más que extensa y tranquila charla con Bilic, el entrenador rival.
Con calma, serenidad y alguna que otra risa, ambos técnicos dejaron una estampa tan atípica como bonita. El partido acabó 4-0, pero todo el mundo recordará esta charla incluso más que el resultado.
Potrà mai succedere nel campionato italiano ?
— CarloAlberto (@carloalberto52) 13 de agosto de 2017
Colloquio tra Mou e Bilić, tra 1º e 2º tempo, allenatori del ManU e WestH rispettivamente! pic.twitter.com/MiikyDxjfl