A Renaldo le pesaron siempre dos grandes cosas en el Deportivo. La osadía de su comparación nada más aterrizar en La Coruña y las desgracias que asolaron su familia durante su estancia en Galicia.
Costó 350 millones de las antiguas pesetas y se regaló una presión añadida en su carta de presentación. "Soy una mezcla entre Rivaldo y Ronaldo. Tengo la misma velocidad, el mismo dribbling y la misma llegada que Ronaldo, ya lo he demostrado en Brasil. Soy como Ronaldo, pero con una e", llegó a afirmar el brasileño.
Demasiada palabrería que le acabó pesando por completo. Renaldo nunca se adaptó y acabó fracasando en el Deportivo. Para colmo, la desgracia familiar que le asoló durante sus primeros meses en el club fueron terribles.
Llegó dejando a su hijo enfermo de gravedad. Nada más recuperarse falleció su madre y al poco tiempo lo haría su padre. Mientras tanto, las cosas no fueron bien en Riazor. Se le exigía lo máximo y nunca dio el nivel.
Apenas seis goles en 27 partidos para acabar buscando oportunidades en otros equipos. Acabó militando en el Lleida o el Extremadura, sin suerte ni resultados. La desgraciada historia de un futbolista que apuntó al sol y se acabó achicharrando...