Zidane continúa con su dilema personal. Si la temporada pasada quedó claro que en muchas ocasiones el 4-4-2 daba mejores resultados que el tridente de ataque, este curso estamos ante el mismo problema.
Y bendito problema. Porque el Real Madrid tiene alternativas de sobra en el ataque para poder alternar su esquema ofensivo y darle un respiro a los suyos.
La gran gama de alternativas con la que cuenta Zidane hace que la ausencia de Cristiano por sanción se convierta en oportunidades para otros jugadores, haciendo de los poco habituales los elegidos para la final de la Supercopa.
Si De Burgos Bengoetxea expulsa (in)justamente a Cristiano en el 'Clásico' ante el Barcelona y el Madrid no puede contar hoy con su estrella lusa, 'Zizou' tira de alternativas y vuelve a contar con Isco Alarcón.
El malagueño está en su mejor momento deportivo, demostrando un estado de forma envidiable y siendo uno de los mejores jugadores del Real Madrid y del mundo en estos momentos.
Ante la baja de Cristiano, el 4-4-2 con la magia de Isco al frente liderará la conquista de la Supercopa en casa, con jugadores como Asensio en el banquillo esperando contar con minutos para deleitarnos a todos con golazos como el celebrado el pasado domingo en el Camp Nou.
El madridismo no tiene por qué preocuparse: si su goleador estrella no puede jugar, hay banquillo de sobra para cubrir su baja a las mil maravillas.