Y es que, pese a estar planificada para el minuto 7 la pañolada de queja ante el estamento arbitral, la grada del Real Madrid no respondió a la iniciativa. Se vieron pañuelos, pero muy pocos.
Pero la afición blanca cambió la pañolada por un acto aún mejor. Cristiano, que vio el partido desde la grada a causa de su lesión, vio cómo una gran parte del Bernaéu cantaba su nombre a gritos de 'Cristiano, Cristiano'.
Un acto de cariño para el portugués, que está pasando por un momento complicado a causa de una sanción que él mismo ha considerado injusta.