El defensor central, que acumuló un gran número de cesiones desde 2012 en el Manchester United, acabó siendo vendido al Burnley en 2015 por decisión de Van Gaal, pero tras su marcha definitiva se dejó ver como un jugador de garantías.
Es por ello que ahora el United quiere recuperar sus servicios. José Mourinho le habría dejado claro a la entidad 'red devil' que quiere repescarle de cara a la próxima campaña, una operación que no ve nada mal la directiva, pero que considera una 'derrota' de cara a tener que tratar de recuperar a un jugador por el que no apostaron en su día.
El jugador estaría encantado de volver a la que fue su casa y el Burnley le dejaría salir por unos 12 millones de euros, precio asequible para ser un jugador de 24 años... pero que equivale al precio al que le vendieron multiplicado por 6.