El mediapunta alemán aprovechó de una forma inverosímil un balón escupido desde el corazón del área. Özil tuvo que retroceder unos pasos para poder golpear el balón, lo que hizo que el golpeo fuera aún más complicado.
El esférico se coló por la escuadra del palo largo de la meta defendida por Elliot. Fue imposible para el guardameta rival. Un golazo increíble que demuestra que Özil no es de este mundo.
Ozil
— Pat' (@balessimo) 16 de diciembre de 2017
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