Llegaba el Leganés a Sevilla con modestia, pero sabiéndose uno de los menos goleados de Primera. Llegaba, de hecho, con los mismos tres goles en contra que tenían los de Valverde.
Porque no juega nada mal el Leganés. Quizá no sea un juego vistoso, pero es efectivo. Muy efectivo. Y ha llevado a los 'pepineros' a asomarse a los puestos de honor de Primera.
Sin embargo, el Pizjuán era el primer gran campo que le tocaba visitar a los de Garitano. Una auténtica prueba de fuego que el 'Lega' esperaba superar.
El planteamiento de Garitano fue el habitual: que juegue el otro. Y el Sevilla de Berizzo aceptó el reto encantado. Durante la primera mitad, el Sevilla fue empujando poco a poco al Leganés dentro de su campo.
Conforme empezaron a entrar en juego los futbolistas del Sevilla, el dominio del cuadro hispalense fue claro. Sin embargo, tuvo que aparecer Sanabria para darle magia al asunto.
Recibió un buen pase entre líneas de Pizarro en una de sus primeras incorporaciones al carril central de ataque, vio el dermarque de Ben Yedder y para él que fue el balón.
Se quedó el delantero francés mano a mano con Cuéllar, y tiró de repertorio. En lugar de pegar un pelotazo y rezar, la picó ante la salida del portero rival, marcando un bonito gol que puso al Sevilla al frente del marcador.
El Leganés acusó el golpe, pero se levantó pronto. Sobre todo gracias a la potencia de Amrabat, pero le faltaba algo al cuadro 'pepinero'.
El gol hizo sestear un poco al Sevilla, y el Leganés comenzó a apretar. Sin embargo, el descanso llegó a tiempo, no sin antes cobrarse una víctima. Correa se lesionó en una jugada fortuita, y entró Nolito en su lugar. En el Leganés, Amrabat dejó su sitio a El Zhar en el descanso, quizá 'tocado'.
Un cambio inesperado que no justifica lo que le ocurrió al Sevilla nada más comenzar el segundo tiempo. Nada más empezar la segunda mitad, Corchia cometió un error de novato al empujar dentro del área a Szymanowski mientras éste saltaba.
Penalti que el propio Szymanowski convirtió en el 1-1. El Sevilla quedó muy tocado. No estaba jugando tan mal como para recibir este revés, y, sin embargo, llegó.
Nolito se echó el equipo a la espalda y buscó con ansia el gol, y de un error suyo éste llegó. Recuperó un balón que previamente había perdido, lo volvió a perder y le cayó a un Sanabria que, ante la falta de alternativas y viendo la oportunidad, se animó a chutar desde la frontal del área.
Un golazo imparable que devolvía la ventaja al Sevilla. Pudo haber sido más amplia, pero Nolito se tropezó con el larguero minutos más tarde. Y cuando no era el poste, fue Cuéllar.
Pese a todo, el Leganés no le perdió la cara al encuentro. Siguió intentando marcar el empate, pero no hubo más errores atrás, quizá uno de Kjaer, pero Eraso no se lo esperaba y no logró culminar la jugada.
Con el paso de los minutos el agotamiento hizo mella en el Leganés. La lesión de Corchia se convirtió en una oportunidad, al no tener Berizzo más laterales y tener que recurrir a Navas, pero ni así.
El ex del City le dio el extra de peligro a las contras del Sevilla que le faltaba. Resignado, el Leganés asumió su tercera derrota, y dejó escaparse al Barcelona en la tabla de los menos goleados. Pese a todo, los de Garitano siguen segundos con sólo cinco en contra.
Por su parte, el Sevilla, sin brillar en exceso, vuelve a sonreir. La vuelta de N'zonzi le ha cambiado la cara a este equipo, pero debe ser más contundente, porque no todos los rivales serán tan cándidos en defensa como el Leganés.