James Rodríguez regresó a la sombra del banquillo al caerse del once de gala que propuso Carlo Ancelotti. El técnico del Bayern puso toda la carne en el asador ante un Milan que no salió con todas sus nuevas armas, pero que controló el partido desde el principio hasta el final.
A la voz de jugadores como Kessié, Cutrone o Niang, el Milan hacía avanzar sus líneas hasta meterse en territorio alemán. Lewandowski, Muller y la velocidad de Ribery y Coman fueron completamente desarticuladas por un Milan que tuvo presencia en cada rincón del rectángulo de juego. El francés y el delantero polaco lograron inquietar, aunque tímidamente, a un Donnarumma que pudo tomarse algún que otro café durante varias fases del partido.
Y llegó el primer golpe. Kessié estaba en el punto idóneo para clavarle por el centro de la portería el balón a Fruchtl. Completamente sólo hirió a un Bayern sin ideas de por donde atacar... y a veces defenderse.
El daño ya estaba hecho. Un Bayern aturdido empezó a quedar noqueado con el segundo gol, esta vez fue obra de Cutrone. El delantero firmó un cabezazo tras una asistencia de falta de Ricardo Rodríguez. La defensa del equipo alemán se quedó colgada, síntoma de una falta clara de oxígeno y reacción.
Pero Cutrone quiso hurgar en la herida hasta hacer el segundo después de una jugada magistral del Milan. Pases al primer toque, desborde de Bonaventura y pase de la muerte. Poca vida le quedaba a un Bayern que aguantó como pudo.
La estocada final
Entraron James y Renato Sanches para potenciar un ataque sin fuerzas. Pero el colombiano tampoco pudo tirar del carro ni ser la avanzadilla hasta la portería de un Milan creciente y gladiador. Bonucci se colgó el escudo para debutar y el cerrojo quedó completamente cerrado.
Donnarumma sacó sus alas para repeler un disparo de Lewandowski y Muller estuvo lento en las dos más claras del Bayern en la segunda mitad. Llegó el momento del debut del hermano de Donnarumma, que también hizo lo propio.
La estocada final la firmó Çalhanoglu con un tremendo disparo desde fuera del área. El gigante y campeón de la Bundesliga cayó ante uno de los equipos que promete dar guerra en Europa.