Y es que los 'reds' ofrecieron incentivos no autorizados para intentar hacerse con sus servicios. Por este motivo, fue sancionado con dos años sin poder fichar a menores y multado con 117.000 euros.
El Liverpool habría intentado firmar al menor en septiembre de 2016 y le llegó a poner sobre la mesa la opción de ir a un colegio privado, algo prohibido si lo que se ofrece no se lleva a cabo con el resto de canteranos.
En definitiva, el joven jugador seguirá en el Stoke City y podrá incorporarse en un futuro al club que libremente elija. Los 'reds', por su parte, tendrá que compensar económicamente a su familia.