En la final de la Champions disputada ese año en Gelsenkirchen se vieron las caras dragones y monegascos. Arrolló el equipo entrenado entonces por un Mourinho que ya aventuraba qué tipo de entrenador sería: deslenguado y desmesurado pero capaz de tejer equipos compactos, ultracompetitivos y venenosos.
Enfrente, el sorprendente Mónaco dirigido por Didier Deschamps. El conjunto del Principado se había cargado al Madrid. Una venganza cobrada por el todavía blanco Morientes. Giuly, Cissé, Evra, Rothen, Givet, Squillaci... Del Mónaco salieron futbolistas que luego hicieron carreras sobresalientes. En el banquillo, un joven Adebayor. No jugó la final.
El Oporto de Mou, guiado por Deco sobre el césped, aplastó al Mónaco por un 0-3. Otra Champions para el gigante portugués que reeditan un duelo importante para ambos en el Estadio Luis II. Necesitan puntuar: el Mónaco viene de empatar (1-1 ante el Leipzig) y el Oporto, de perder ante el Besiktas (1-3).
En los últimos años ambos clubes han firmado un importante trasvase de futbolistas: James, Moutinho, Falcao... El 'Tigre' recibe al equipo en que empezó a hacerse un nombre en Europa. Pinto da Costa y Dmitri Rybolóvlev, los presidentes, también volverán a abrazarse. Más de un lazo entre ellos.