Su actitud es tozuda como poco. No quiere volver al Chelsea, no quiere disculparse con el club por su actitud (considera que el problema es del Chelsea y no suyo) y sólo concibe volver al Atleti.
La táctica de tensar la cuerda normalmente favorece al club que pretende fichar al jugador, pero en este caso parece que está siendo al revés.
El Chelsea no puede negociar el pase de Costa al Atleti porque el jugador no tiene la menor intención de volver por Londres. El Atleti asiste atónito al desarrollo de acontecimientos, sin poder hacer nada por facilitar las cosas.
Mientras tanto, Diego Costa sigue a lo suyo en Brasil. Se entrena por su cuenta y eso es algo que preocupa al Atleti. ¿Fichar a un jugador que lleva todo el verano entrenándose sin supervisión? ¿En qué estado de forma llegará?
En teoría, tiene un plan de trabajo impuesto por el Chelsea, pero conociendo a Costa, y su antipatía hacia su aún equipo, es posible que lo haya omitido.
El Atleti no ha metido mano en este aspecto, así que, si finalmente ficha por el Atleti, el 'profe' Ortega va a tener mucho trabajo por delante hasta enero.
Parece que el plan de Costa es ser despedido por el Chelsea, pero es tan descabellado como arriesgado. Y cada día que pasa parece más difícil que el hispanobrasileño pueda salir de rositas de este embrollo.