Las comparaciones son siempre odiosas. Por eso hoy algunos criticarán al Murcia, como si los 'pimentoneros' se hubieran dejado marcar los cinco goles. Pero nada más lejos de la realidad.
El Murcia se plantó en el Camp Nou sabiendo que remontar la eliminatoria era harto complicado, pero el once del Barcelona invitaba a soñar con un improbable.
Sin embargo, desde el primer minuto quedó demostrado que ni con todas las ganas del mundo el Murcia era capaz de hacer sombra a este Barcelona atípico.
Un Barça que sólo tenía a Piqué como representante de los habituales titulares. El resto eran los habituales recambios (Cillessen, Semedo, Vermaelen, Digne, Denis, Aleix, Alcácer y Deulofeu) o jugadores del filial (Oriol Busquets y Aleñá).
Pese a todo, el Barcelona demostró que su 'plan B' también funciona, al menos contra un rival de Segunda B, claro.
El partido comenzó con el dominio absoluto del Barcelona. Los de Valverde querían sentenciar muy pronto la eliminatoria y, de paso, agradar a su entrenador, en busca de alguna oportunidad en partidos de más enjundia.
Así, al cuarto de hora de asedio llegó el gol. Paco Alcácer cabeceó una asistencia involuntaria de un defensor rival y abrió el marcador. Sin embargo, a este tanto no le siguieron los otros cuatro.
Ni mucho menos. El Barcelona entró en una dinámica rara. Se olvidó de apretar al Murcia, y el conjunto 'pimentonero' comenzó a sentirse algo más liberado, pero no llegó en ningún momento a inquietar a Cillessen.
Pasaron los minutos y el partido se convirtió en un tedio. Así llegamos al descanso, y con él la charla de un Ernesto Valverde en busca de la reacción de los suyos. Sí, la eliminatoria estaba resuelta, pero eso no permitía a sus jugadores dar esa mala imagen.
Así, tras el descanso el Barcelona volvió a ser el equipo hambriento de los primeros compases del primer tiempo, y el Murcia entonces supo lo que es sufrir.
Piqué marcó el segundo, justo antes de ser sustituido, tras tirar un pared con Aleix, y éste marcó el tercero a pase de Semedo poco después.
Entonces llegó Denis Suárez para convertirse en el protagonista del partido. Primero, con un recital de caños y regates que dejaron en evidencia a Deulofeu, quien quiso pero no pudo durante todo el partido.
Después, rematando una genial asistencia de Sergi Roberto, previo control con la diestra y remate con la zurda, imparable para Santomé.
No contento con eso, dio el quinto a José Arnáiz, con una gran asistencia de tacón que el ex blanquivioleta remató a la perfección.
Los diez minutos restantes volvieron a ser de tedio, con un Deulofeu que siguió buscando su gol, pero prácticamente en solitario. Así, como sin querer, el Barcelona se plantó en octavos marcándole ocho al Real Murcia.